Chalma es un centro turístico ubicado en el Estado de México, de los lugares más visitados del país, que por ende genera un derrame económico muy importante. Se concentra turismo nacional e internacional que al año suman millones de personas. El motivo primordial es la práctica religiosa. Este pueblo es el ejemplo de la pésima administración pública federal y estatal, ni el gobernador o el presidente de la república se han interesado por generar políticas públicas adecuadas para este lugar, sabiendo de la relevancia que tiene el lugar en materia turística. 

Es un pueblo de tradiciones religiosas multitudinarias, miles de personas se congregan en estas fechas, por lo que la actividad comercial está activa. Desde la seis de la mañana hasta las seis de la tarde se congregan miles de turistas que visitan el Santuario dedicado a un Cristo, a las tres de la tarde el flujo de personas está en su punto, no obstante sabedores de ello las autoridades estatales y municipales comienzan a desalojar a todos los feligreses con un solo motivo: Televisa va a grabar el capítulo de una de sus telenovelas.

Elementos armados de la policía estatal y local entran a desalojar a las personas que se encuentran dentro de la iglesia, se escucha a un grupo de niñas que están cantando villancicos y alabanzas y se observa como los policías levantan a la personas de las bancas, además de ir armados exigen arbitrariamente que todas las personas, ajenas a la producción de Televisa, desalojen la Iglesia. Comerciantes del lugar entran a la iglesia a encarar a los elementos de la policía, se oponen rotundamente a que se trate de esa manera a los “peregrinos” quienes son los que les dan de comer.

Ese es el poder que Televisa tiene, si le apetece cierra una de las Iglesias más importantes del país o hace presidente a cualquier mediocre, viola los derechos de los ciudadanos y además el gobierno se confabula en esta violación de derechos. Trafico de influencias y corrupción son el grave problema que México tiene. Los gobernantes se empeñan en demostrar la incapacidad para entender y aplicar las leyes a cabalidad. Tal parece que el gobierno mexicano está integrado por ineptos pero astutos miembros, que protegen intereses particulares que están por encima de los ciudadanos.

La culpa es compartida, por quienes somos ciudadanos y por quienes gobiernan, al respaldar y reafirmar el poder abusivo que se deposita en unos cuantos. Todos sabemos de la mafia que representa Televisa, más allá del contenido mediocre y manipulador que presenta como entretenimiento, es una cuestión de fondo, que es además una práctica ilegal, que demuestra el coto de poder entre la televisora y el gobierno mexicano, mejor dicho con un partido político y con quien hoy dirige este país.

¿Los elementos de seguridad publica esta para proteger a los ciudadanos o los actores de Televisa? La respuesta de esos “elementos de seguridad” es clara: Producción les pide el apoyo y entonces hay que ser guardaespaldas de actores de Televisa.

Evidentemente el Gobernador del Estado de México tiene que responder por esta violación a las leyes y el uso ilegal de recursos públicos. Basta de seguir fomentando el abuso de poder de Televisa. Las autoridades están para respetar y no para violar las leyes. El gobernador @Eruviel Ávila debe responder del uso indebido de elementos de seguridad para respaldar las acciones de @Televisa, basta de personajes de telenovela, sabemos de la afición del @PRI por figurar en Televisión, pero estamos hablando de políticos y no meros generadores de entretenimiento. Los lazos de corrupción entre el gobierno del Estado de México y Televisa deben tener limite, aun cuando se han ido fortaleciendo con administraciones anteriores, como la Enrique Peña Nieto, los ciudadanos debemos exigir el cumplimiento de las leyes y el despido de servidores públicos corruptos. Tanto el presidente Municipal como el Gobernador son responsables inmediatos de tremenda ilegalidad. Esos elementos de seguridad obedecen ordenes de superiores, los cuales brindaron el apoyo directo a Televisa, por lo que deben ser investigados y sancionados.

Esto suma otra prueba del tipo de gobernantes que tenemos, que viven en su propia telenovela, frases mordaces y sardónicas que señalan que estamos progresando y hechos deplorables como el tráfico de influencias y corrupción. Supongo a esos elementos ni siquiera para “el chesco” se les dio, porque Televisa, desde el dueño hasta los actores, piensan que es una obligación del gobierno ser su seguridad privada y el staff que necesitan, sino recordemos el caso Laura Bozzo, usando un helicóptero también del gobierno del Estado de México para grabar su programa.

¿Hasta cuándo nuestra política seguirá siendo una telenovela al estilo de televisa? Mediocre, vacía y manipuladora.


Luis García Mendoza.

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